Narro
en esta crónica los difíciles momentos por los que atravesó el Thermal Palace,
desde 1914, año en que dio comienzo la Primera Guerra Mundial, hasta su
desaparición de la Playa de Martiánez ocurrida en 1930. Comento asimismo, los
diferentes intentos de transformación de la actividad de esta hermosa
edificación, así como los diversos intentos de venta, ninguno de los cuales
llegó a buen puerto.
Termino la crónica, exponiendo un
documento inédito, procedente del Archivo Municipal del Puerto de la Cruz, que
demuestra inequívocamente que el desmontaje del Thermal Palace y su eliminación
de la Playa de Martiánez, tuvo lugar en el año 1930.
Las
actividades del Thermal Palace entre 1914 y 1930
El periodo de la
segunda guerra mundial comprendida entre 1914-1918, fue una época de gran
crisis económica para las islas y este hecho se hizo notar en el funcionamiento
del Thermal Palace, que siguió ofreciendo espectáculos diversos, pero ya
desprovistos de la espectacularidad y la asistencia de espectadores que
tuvieron en los primeros años.
No
obstante, he podido encontrar las reseñas de algunas actividades que se
hicieron, que cito escuetamente para no alargar innecesariamente esta crónica,
pero haciendo constar que los resultados que expongo no son el fruto de una
búsqueda sistemática y exhaustiva, por lo que lo normal, es que hayan existido
más actividades que las que aquí publico.
Así,
la bailarina de baile español Palmira López actuó en el Thermal Palace en
febrero de 1914 [1] y en abril del mismo año, se celebró un homenaje a D.
Benito Pérez Galdós, que tuvo lugar en el Thermal Palace, en cuyo acto se colocó un
retrato del ilustre escritor canario realizado por el pintor local Marcos Baeza Carrillo, que fue situado en
el escenario, muy bien decorado por el cronista y polifacético artista
portuense Pedro Francisco García Montes de Oca.
Francisco Pedro García
Montes de Oca (1877-1964). Cronista Oficial del
Puerto de la Cruz y de Canarias
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Presidió
la fiesta Luis Rodríguez Figueroa, quien pronunció un bello discurso exaltando
la figura de Pérez Galdós y le siguieron en el uso de la palabra, Ramón Gil Roldán,
Manuel Bethencourt del Río y Sebastián Díaz Castro, completando la parte
literaria Manuel Verdugo y Diego Crosa, quienes leyeron unos hermosos poemas dedicados al escritor.
La parte artística de la velada estuvo a cargo de los cantantes de la compañía
de ópera que estaba actuando en Santa Cruz, y que gentilmente se trasladaron al
Puerto de la Cruz, quienes cantaron varios fragmentos de diversas óperas, destacando
entre ellos el tenor canario Ramón Medina. Cerró el acto con elocuentes
palabras Luis Rodríguez Figueroa, quien felicitó a los organizadores del
festival, los portuenses Luis Herreros González y Aurelio López Ozeguera [2].
En
octubre de 1914 intervino dando tres funciones el Trío Palacios [3], mientras que en noviembre del mismo
año, celebró la sociedad Círculo de Iriarte una velada artística literaria en
el Thermal Palace, en la que intervinieron por la parte literaria Manuel
Bethencourt del Río, Sebastián Castro Díaz, Diego Crosa, Manuel Verdugo, Luis
Rodríguez Figueroa e Idelfonso Mafiotte, en tanto que por la musical, actuaron
los músicos y directores de Bandas Juan Reyes Bartlet y Tomás Calamita. Como
cantantes intervinieron Néstor de la Torre, Antonio Acosta, Jorge Sansón y
Tomás Perera, y creo digno de destacarse que fue muy aplaudida la intervención
musical de la señorita María Luisa García [4].
En la casa de la esquina,
en la calle San Juan, estuvo la sede de la sociedad Círculo de Iriarte.
Autor
anónimo. Coloreada por Rafael Afonso Carrillo.
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El sábado 20 de febrero de 1915 se celebró una
matiné en el Thermal Palace a beneficio de los niños pobres del municipio, en la
que intervinieron diversos artistas de la localidad. El programa comenzó
interpretándose “Geisha” de J.
Sidney por un cuarteto, seguida de una “Zampa” al piano, a cuatro manos a cargo de los primos Esther Wildpret y Carlos Reimers Wildpret, a la que siguió “Feierabenp” al piano y violín, por la
niña Luisa Bartlet y Luis Wildpret, respectivamente. Siguió la “Tarantella” de Rubinstein, interpretada al piano por Tirsa Hidalgo
y a continuación, “A mis ojos”,
interpretada al piano por María Luisa García y cantada por Antonio Acosta. La primera parte terminó con la “Serenata
napolitana” de V. Notti, en la que intervinieron las hermanas María Luisa y
Carmen García, junto a Luis Wildpret.
La segunda parte comenzó con una “Sinfonía” de Franz Lehar, interpretada
por un quinteto local, a las que siguieron dos números de piano y violín a
cargo de las hermanas María Luisa y Carmen García que interpretaron,
sucesivamente “Anillo de Hierro” y “Poeta y aldeano” de Suppe. Seguidamente
se leyeron unas poesías y a continuación, se interpretó “Cip-Cip”
de Pestalozzi, a piano y dos violines, a cargo de la ya citadas hermanas y Luis Wildpret. Un quinteto de caballeros, formado por Adolfo Pérez, Gundemaro
Baudet, Nemesio González, Carlos Reimers y Bernardo Molina, interpretaron al
violín “Balada y Alborada”,
terminando la función con un cuadro plástico, representando a La Caridad, que
estuvo a cargo de un coro formado por diversas señoritas y jóvenes de la
localidad.
La fiesta, aparte de ser un éxito artístico, fue
también enormemente productiva pues con el importe recaudado se pudo
suministrar una cantidad importante de alimentos a los niños pobre de este
municipio [5].
El viernes 18 de julio del mismo año, tuvo lugar un soberbio baile de
máscaras organizado por las sociedades portuenses Casino, Iriarte y La Nueva
Unión. A cada máscara se le regaló al entrar al salón un billete para la rifa
de tres premios, cuyo sorteo se verificó a medianoche, obsequiándose a las
señoras con un delicado refresco. Para darle más aliciente al baile de máscaras se concedía
un premio al caballero que, según el criterio de una comisión, lo mereciese por
la calidad y originalidad del disfraz, aunque conviene añadir que no era
obligatorio el uso de disfraz para los caballeros. Otra nota curiosa era que la
entrada para las mujeres era gratuita, mientras que el precio para los hombres
era de dos pesetas. El programa de la fiesta fue sugestivo y en ella
intervinieron Esther Wildpret y Carlos Reimers Wildpret, los niños Luisa
Bartlet y Luis Wildpret, las señoritas Tirsa Hidalgo y María Luisa García, el
cantante Antonio Sosa y un cuadro plástico integrado por varias señoritas de la
localidad [6].
Por
la fiesta de San Juan en 1915, el Thermal Palace ofreció un programa, que tenía una
gran exhibición cinematográfica a las cuatro de la tarde y un menú
extraordinario en su restaurante, a las siete y media de la tarde, amenizado por un sexteto de Santa Cruz. El anuncio incluía la lista de precios,
comenzando con ocho pesetas para la comida y el concierto en preferencia, dos
pesetas para el concierto en preferencia y sólo una peseta para la entrada de
general.
Anuncio del Thermal Palace ofreciendo comida y espectáculo en la fiesta
de San Juan. 1915
En
el anuncio se indicaba la posibilidad para los visitantes de Santa Cruz o
cercanías, de adquirir el pasaje de ida y vuelta para comida y concierto,
saliendo en tren especial el día 24 a las 2 de la tarde, desde la Plaza de la
Constitución, comprando los billetes en el Hotel Camacho, con un coste total de
veinte pesetas. Al final, una nota indicaba que si encargaban comidas antes del
día 20, se les reservaría una mesa al precio indicado [7].
En
junio del mismo año 1915, se constituyó una Junta de Fomento Artístico, formada por los señores D. Pedro González de Chaves,
como Presidente por su condición de alcalde D. Gregorio Alba, D. Gustavo
Wildpret Duque, D. Pedro Montes de Oca García y D. Sebastián Miranda Padrón [8].
El domingo 20 de mayo de 1917 se celebró en el
Thermal Palace un grandioso acto de afirmación republicana, al que asistieron miembros
del Partido Republicano de muchas de las poblaciones de la isla, entre ellas,
todas las del Valle de la Orotava, así como de La Laguna y Santa Cruz. El
Comité Republicano Local hizo pública una proclama, convocando al mitin en estos
términos:”Organizado por el Directorio
del Partido Republicano tinerfeño y por este Comité Local, tendrá lugar en el
Thermal Palace y a las cuatro de la tarde del domingo 20 del actual (mayo),
un mitin de propaganda republicana en el
que tomarán parte los oradores Andrés Orozco, Manuel Bethencourt del Río, Ramón
Gil Roldán, Luis Rodríguez Figueroa y Agustín Estrada Madám.
Son estos en que vivimos momentos de prueba. Entre los pueblos cuyo
porvenir político se está fraguando en los campos de guerra mundiales es muy
posible que se halle nuestra España; y precisamos, no ya como españoles, sino
como parte de la gran familia humana capacitarnos en hondo y continuo pensar
para recibir sin sorpresas, desconciertos ni vacilaciones lo que nos ha traer
el mañana de esta negra noche de horrores.
Portuenses, pensemos: seamos dignos de vivir este gran momento. Nuestras
manos están aun inactivas; que no lo esté también nuestro cerebro. El Comité
Republicano Local.
Manuel Bethencourt del
Río (1882-1944), Ramón Gil Roldán
(1881-1940)
y Luis Rodríguez Figueroa
(1875-1936). Fotos de autores anónimos.
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Es digno de destacar que el amplio salón del
Thermal Palace estaba atestado de público y lo mismo ocurría con los pasillos y
galerías inmediatas al salón. Ocupó la presidencia Agustín de Estrada Madán y en el
estrado, además de la autoridad representada por el delegado Señor Peña,
estaban los Comité Locales de La Orotava, Puerto de la Cruz y Santa Cruz, junto
con minorías republicanas de los ayuntamientos de dichas poblaciones.
Intervinieron por este orden Juan Sallarés,
Sebastián Castro Díaz, Andrés Orozco, Luis Rodríguez Figueroa- a quien al
mencionar el presidente su turno de intervención, el público le dedicó una
larguísima ovación-, Manuel Bethencourt del Río y cerró en acto el Presidente
del Comité Local Agustín Estrada Madám, cuyas palabras fueron largamente
ovacionadas [9].
En mayo de 1917 con motivo de la festividad de la
Cruz, de cuya fiesta fue Prioste Melchor Luz Lima, tuvo lugar en el Thermal
Palace un festival benéfico a beneficio del hospital de este pueblo, organizado
por la Junta de Damas de este centro [10].
La noche del domingo 9 de diciembre de 1918 se
celebró en Thermal Palace un festival artístico organizado por el Consejo Local
de los Exploradores. Comenzó el espectáculo con la interpretación a cargo de la
Banda de los Exploradores de la obertura “La
revista del honor” de Ciordini, en la que tomaron parte además, la
señoritas Esther Wildpret y las niñas María Luisa y Carmen García, María
Enriqueta Monteagudo, Estrella Pérez y Amelia Perera, junto a los señores Domingo
Quintero, Ismael Ortega, Antonio Sosa, Sebastián Castro Díaz y los Exploradores
Argelio Navarro, Alvaro Bazo, Nicolás Redecilla, Manuel Carmona y Óscar
Monteagudo. En la segunda parte del programa se puso en escena el juguete
cómico dramático, original de Luis Mejías Pitchard, titulado “Su blasón es la honradez” [11].
El sábado 1 de marzo de 1919, se celebró un baile de
disfraz en el Thermal Palace que estuvo muy concurrido, con gran número de
máscaras y que se prolongó hasta las primeras horas de la mañana del domingo [12].
Al mes siguiente, concretamente, el
domingo 27 abril de 1919, se dio en el Thermal Palace una gran función
organizada por el Cuadro Cervantes de La Orotava con la cooperación de la Banda
Municipal de dicha villa, cuyo programa aunque no se lee bien reproduzco a continuación. En la primera parte la Banda
interpretó “Tutti in Maschera”, una
sinfonía de Prescotti y la fantasía de la zarzuela “Los cadetes de la Reina” del maestro Luna. En la segunda parte el
Sr. Quintero interpretó con gran éxito la melodía “Vorrei moriré” de Tosti y a continuación se puso en escena el
entremés “Pelé y Melé” de Pablo
Perellada. En la tercera y última parte del programa se representó la zarzuela
en un acto y dos cuadros de costumbres regionales con libreto de F. Casanova y
música del maestro Tomás Calamita, ambos villeros, titulada “Cosas del pueblo”, interpretada por
aficionados de La Orotava [13].
Programa de la velada de zarzuela celebrada en el Thermal Palace, por el
“Cuadro Cervantes” de La Orotava.
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En
vista de la pésima calidad del anuncio, que hace casi imposible su lectura, he creído oportuno insertar esta noticia del periódico La Prensa, que da la reseña de la actuación del Grupo Cervantes y que se puede leer sin dificultades.
Anuncio de la actuación
del Cuadro Cervantes de La Orotava, publicado en La Prensa, 27-IV-1919, nº 2904. |
El
sábado 22 de noviembre de 1919, festividad de Santa Cecilia, se celebró en el
Thermal Palace una velada literario musical, organizada por el Director de la
Banda Municipal del Puerto de la Cruz, José María P. Requejo, en la que se
presentó al público el sexteto musical que este Director había fundado. En la
velada tomaron parte diversos elementos artísticos de la localidad y su fin fue
benéfico, destinándose el importe líquido de la recaudación al Hospital de esta
localidad [14].
En diciembre del mismo año, hizo su debut en el Thermal Palace, el
transformista Gran Fregolino, estando el espectáculo amenizado por un sexteto
de la Villa de la Orotava [15].
El domingo, 19 de junio de 1921 debutó en el Thermal
Palace la famosa canzonetista Lola Montes, que estuvo acompañada en su
actuación por una orquesta formada por músicos de La Orotava
y de Santa Cruz [16]. El miércoles 10 de mayo de 1922, un concierto a cargo del
notable cuarteto “Budapest”, siendo su actuación todo un éxito, pues fueron
calurosamente aplaudidos [17].
En
1927, casi en los últimos días del Thermal Palace, se celebró una velada
literario musical organizada por la Congregación del Inmaculado Corazón de
María y San Luis de Gonzaga [18].
El
temporal de enero de 1918
Por
su relevancia me ha parecido oportuno destacar este suceso y no incluirlo en la
narración sucinta de los actos celebrados en el Thermal Palace, primero porque
no pertenece a esta categoría, aunque veremos que también aparece citado en la
narración este local, al citar los desperfectos provocados por el temporal.
El
3 de enero de 1918 se desató una gran temporal en el Puerto de la Cruz que causó numerosos desperfectos, aunque
afortunadamente no hubo que lamentar víctimas. La Gaceta de Tenerife se hizo
eco de ello varios días después con el siguiente artículo [19], que transcribo
parcialmente: “Fue una tempestad con
todas sus características la que se cernió sobre nosotros, lluvias
torrenciales, constante discurrir de los barrancos que circundan la ciudad, con
alarmantes indicios de desbordarse y con un viento recio que parecía iba a
convertirse en un espantoso huracán….
Un parangón con este
día de zozobra e incertidumbre sólo lo admiten según la historia aquellos del 7
al 8 de noviembre de 1826, cuando el célebre aluvión, que anegó la ensenada del
Puerto viejo y produjo calamidades y
destrozos sin fin o también los desbordamientos del 70 y del 81.
A las 8 de la noche
después de un continuo llover, descargó la tormenta que causó destrozos por
doquier, estando en camino de ocasionar desgracias innumerable si no hubiese
sido por la brevedad de su duración. Los Barrancos de San Felipe y Martiánez, a
las 7, ya llevaban agua en gran cantidad. La que por este último discurría
llegó por momentos a ocupar todo su cauce (unos 12 metros) arrastrando infinidad
de escombros. El barranco se desbordó por varias partes, rompiendo parte del
dique de contención y se fue sobre varias fincas y la de los Llanos de Martiánez, propiedad de los hermanos Fernández Perdigón la destruyó casi por
completo. Otra de D. Miguel Fernández Montañez también sufrió graves
desperfectos.
La carretera de San
Felipe que fue reconstruida hace pocos años fue arrasada en unos dos kilómetros
y las casas próximas al Barranco de San
Felipe fueron abandonadas por sus moradores, que corrían despavoridos
por temor a ser arrastrados por las aguas.
En
la parte final del largo artículo se decía:”pero
cuando el desconcierto llegó a su apogeo fue cuando descargó la tormenta. Los
desperfectos son numerosos: en el Thermal Palace las habitaciones traseras
fueron destruidas y arrojadas a gran distancia, grandes árboles fueron arrancados de
cuajo en la Plaza de la Constitución, Paseo de Martiánez y carreteras…. Muchas
fueron las casas en que se desprendieron en parte o todo el tejado, quedando
desmanteladas, incluso en aquellas que estaban tejadas con tejas francesas. La
población quedó telefónicamente incomunicada y el pueblo ha estado dos días sin
alumbrado eléctrico…” [19].
Vemos
pues que aunque, incompleta en su totalidad, la crónica del periódico La Gaceta
de Tenerife traza un panorama desolador, sólo aliviado por la ausencia de
muertes en el pueblo, aunque los daños sufridos en las instalaciones y en las
viviendas fueron cuantiosos, pues el pueblo quedó incomunicado telefónicamente
y rotas alguna de sus carreteras que habían sido reparadas muy recientemente,
tal como ocurrió con la carretera de San Felipe, destruida nuevamente por el
barranco del mismo nombre y que dejó casi incomunicado al Barrio de Punta Brava
con el casco urbano de nuestra localidad. Asimismo, vemos como sufrieron
importantes daños las instalaciones del Thermal Palace.
La
posible instalación en el Thermal Palace
de un Sanatorio para Niños
En 1921 apareció
en el periódico La Prensa un editorial titulado “Por los niños. Un balneario” en el que se comentaba, ”tratase de instalar un sanatorio para niños
en el Thermal Palace, magnífico establecimiento de D. Gustavo Wildpret, que por
su situación y condiciones habrá de reportar incalculables beneficios a esos
niños desmedrados y fisiológicamente empobrecidos, que por falta de aire
tonificante, sol y género de vida adecuado, retardan su desarrollo o perecen
antes de rebasarlo.
La
idea es altamente plausible, máxime cuando en ningún otro sitio de la isla
existe un lugar de emplazamiento tan a propósito como el del Thermal Palace,
inmediato al mar y cerca de una playa que hace de aquel lugar uno de los
agradables balnearios del Archipiélago.
Nuestro
compañero en la prensa Guillén Barrús se ocupará próximamente de esta nueva
iniciativa, que honra a los vecinos de aquella población….” [20].
Dos días después y en el mismo
diario, el corresponsal del periódico en el Puerto de la Cruz, D. Vicente
Cartaya Cairós, se hacía eco del editorial comentando a su vez “el martes 19 del corriente mes hemos leído
con verdadera satisfacción que se proyecta instalar el Sanatorio para Niños en
el hermoso establecimiento Thermal Palace, de nuestros amigos los señores
Wildpret Hermanos, en este Puerto. Muchos
plácemes merecen los iniciadores de tan útil como beneficioso proyecto y
cuenten, desde luego con nuestro modesto apoyo y con el que seguramente les
brindarán todos los buenos hijos de este pueblo, y casa comerciales aquí
establecidas”[21].
Nueve días después de la editorial del La Prensa,
Guillén Barrús - pseudónimo con el que solía escribir el abogado y literato portuense Luis Rodríguez Figueroa- se ocupó del tema con un largo artículo en el mismo periódico en el que
entre otras muchas cosas decía: “Del
Thermal Palace si llega a transformarse en sanatorio para niños – cualquier
país humanitariamente civilizado que se ocupa del mejoramiento y conservación
de la especie los tiene – ha de decirse muchas y buenas cosas….Pero es
indispensable que las voluntades se cohesionen y se solidaricen para la
efectividad del proyecto. Bien merece Gustavo Wildpret, iniciador y propietario
de aquella instalación, que el Ayuntamiento y los habitantes del Puerto de la Cruz,
le secunden con ahinco…”[22].
El artículo proseguía con una serie de
consideraciones muy interesantes pero que se escapan claramente del ámbito de
esta de por sí ya larga crónica, por lo que simplemente recomiendo su lectura a
aquellos que estén interesado en el contenido total.
Los
intentos de venta del Thermal Palace
He
podido constatar hasta tres intentos serios de compra del Thermal Palace por
diversas entidades. Así en agosto de 1918 apareció en el periódico La Prensa,
un breve suelto titulado “El Thermal del
Puerto, irá a Las Palmas” que reproduzco literalmente:”Dice un periódico de la vecina isla que existe el proyecto de adquirir
el Thermal Palace, instalado en el Puerto de la Cruz, para trasladarlo a Las
Palmas. Se trata de un magnífico edificio, de vastas dimensiones, propio para
instalar diversos recreos, incluso teatros. Para adquirir el Thermal en Las Palmas se
está constituyendo una sociedad, y ya se han iniciado las negociaciones de
compra”. No he podido encontrar más datos acerca de este punto, pero como
tendremos ocasión de ver, las negociaciones no llegaron a buen puerto [23].
En
1924, tres años después del fallecimiento de Guillermo Wilpredt Duque, aparece un anuncio en la prensa tinerfeña en la que el propietario de la
instalación D. Gustavo Wildpret Duque, pone en venta el Thermal Palace. El
anuncio decía lo siguiente: “Se vende el
Thermal Palace. Edificio balneario, de madera, situado en la Playa de
Martiánez, Puerto de la Cruz. Dimensiones 14x76 metros de planta. Para
pormenores dirigirse a G. M. Wildpret. Puerto de la Cruz” [24].
A
finales del mismo año, en una pequeña nota publicada en el periódico El
Progreso se lee lo siguiente:”D. Gustavo
Wildpret, del Puerto de la Cruz, escribe al ayuntamiento, rogando se le diga si
su proposición sobre venta del Thermal Palace ha sido aceptada, pues desea
conocer con rapidez lo acordado por tener otras ofertas” [25]. Se deduce de su lectura que los Hermanos Wildpret ofrecieron la venta del Thermal Palace al ayuntamiento portuense, que dio la callada por respuesta a su ofrecimiento.
También
se hizo eco de esta propuesta y de la falta de respuesta del ayuntamiento, el
periódico santacrucero La Prensa en el número correspondiente al 5 de noviembre del mismo año [26]. Ignoro
si hubo repuesta negativa o simplemente no hubo contestación por parte del
ayuntamiento, pero el hecho cierto es que este ente jamás llegó a adquirir el
Thermal Palace.
En
un artículo firmado por el teniente de alcalde de la ciudad de Santa
Cruz, D. José Abreu, éste comentaba lo siguiente en relación al Thermal Palace: “He leído con el mayor interés la carta que en su número del día 17 de
septiembre de 1924, y que suscribe el conocido financiero Sr. Fernández de
Velazco.
Esto me estimula en
continuar con mis gestiones para lograr que sea una realidad la proyectada Exposición
en los terrenos del Parque. Esta exposición en pequeño al principio, podrá
convertirse después en otra más grande que abarcaría entonces el plan que
esboza con pleno conocimiento de causa, el señor Fernández de Velazco.
Sé las dificultades que
se oponen a la consecución de este proyecto. Teniendo en cuenta este municipio
que atender a las numerosas obras que se hallan en ejecución, su presupuesto no
admite de momento otros gastos. Por eso no sería lógico hacer recaer sobre este
ayuntamiento todo el peso de la Exposición. Pero ¿no tiene el Estado
consignación para tales exposiciones? Yo creo que sí. Me atrevo a asegurar que
en Ministerio de Fomento hay cantidad que se dispone para esta clase de
propaganda, y si el capítulo no estuviese agotado, tal vez una ayuda muy eficaz
vendría acelerar el éxito del proyecto.
¿Quién del país no
conoce el Thermal Palace, en el Puerto de la Cruz? Pues bien, yo había pensado
(y a esto no se le puede llamar descubrir la pólvora) trasladar aquel edificio
de madera a los terrenos del Parque, y establecer allí la Exposición. Explotado
ese edificio, con la cesión de los puestos para los expositores, y reservado un
departamento para cine, aprovechando el paseo central que se proyecta hacer,
poco a poco vendría aquello mismo a dar dinero para con los propios recursos ir
agrandando la obra.
Hablando de esto con el
señor Wildpret, propietario del Thermal me ha dicho que estaría dispuesto a
ceder aquel edificio en setenta mil pesetas, comprendiendo este precio el
maderaje total, es decir, el salón del teatro, vestíbulo central y salón
comedor que miden en junto 75 m de largo
por 10 de ancho.
Yo creo que aquellas
personas de significación social en nuestra vida pública deben intervenir en este asunto,
indicando si esto es realizable, o por el contrario si el trasplante del
Thermal Palace no ofrece la seguridad para conseguir el éxito que se persigue. Y
también, si tienen otro criterio, que lo expongan. Lo importante, a mi juicio,
es que se haga la Exposición sea como quiera.
He aquí, entre otras cosas una persona que por
su cargo de Comisario Regio de Fomento,
puede darnos su opinión valiosa como todo lo de dicha persona, y es el señor
Trujillo. Por su significación, por sus relaciones, por sus conocimientos, el
señor Trujillo, a quien en tantas ocasiones he oído hablar en público, y
siempre con el mayor gusto, yo me permitiría rogarle un escrito respecto a todo
esto. El proyecto del señor Fernández de Velazco es muy hermoso. Pongamos cada
uno nuestro grano de arena y que lo que acaba de hacer hace poco con su Gran
Feria de Muestras, lo haga aquí en Santa Cruz de Tenerife, con mucha mayor
razón. José Abreu. Primer Teniente de Alcalde” [27].
Días
más tarde, aparece una noticia muy interesante en la Gaceta de Tenerife dando
información sobre los acuerdos tomados por la comisión permanente municipal del
ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en la que a propósito del Thermal
Palace se dice textualmente: ”Se dio
lectura a una proposición del Sr Abreu (primer teniente de alcalde del
ayuntamiento santacrucero), relacionada con la adquisición del Thermal Palace
del Puerto de la Cruz, para instalarlo como pabellón de la exposición que está
acordado celebrar en los terrenos del Parque Municipal en proyecto. Como
consecuencia de tal proyecto se acordó que la referida proposición sea
estudiada por la comisión pro Parque, y que al mismo tiempo se hagan gestiones
con inteligencia con el señor Fernández Velasco, para conseguir del Gobierno
que subvenciona ésta y otras exposiciones que se celebren en Tenerife” [28].
No
he podido obtener más datos, pero parece evidente que el ayuntamiento de Santa
Cruz de Tenerife no llegó a adquirir el Thermal Palace y que la propuesta del
primer teniente de alcalde José Abreu no
llegó a buen puerto.
Con
este triste final para un centro de un prometedor futuro truncado por el
estallido de la primera guerra mundial y la etapa de declive económico que le
siguió, Gustavo Wildpret se vio obligado a cerrar el Thermal Palace, que
intentó vender no ya como un local de espectáculos, sino como materia prima,
pues casi en su totalidad era de madera. De esto da fe el siguiente anuncio
aparecido en La Prensa, en el que ofrece diferentes tipos de madera de las que
se daban incluso su calidad y sus dimensiones, tales como “vigas de pino, vigas de riga, machihembrado de riga para pisos y palos
cortados para empalizadas de plataneras travesaños”. Al final del anuncio
se especificaba:”Dirigirse a Thermal
Palace, Puerto de la Cruz” [29].
Hasta
donde yo sé, no consiguieron efectuar la venta del edificio y de ello da
fe nuevamente Vicente Jordán pues casi al final de su artículo comentaba: “pero
pronto vino la decadencia al estallar la Gran Guerra (1914-1918) y finalizada
la misma, no logró ya llenar el hueco de sus brillantes principios. Fue
extinguiéndose – como entones la tisis- incurable y de forma galopante hasta
cerrar sus puertas y quedar abandonado. Sus dueños, de vez en cuando permitían
la celebración de festejos escolares que por los años veinte organizaban “los Padritos” del Corazón de María. Al final, se desmontó y trasladó a La Vera,
donde de nuevo revivió oscuramente como residencia de sus dueños con el nombre
de “Villa Paz”. Pasan más años y finalmente, un incendio, lo redujo a cenizas.
Descanse en paz” [30].
Ha
habido ciertas dudas en torno a la fecha en que el Thermal Palace fue
desmontado por los Hermanos Wildpret, pero creo que quedan casi
definitivamente despejadas por el hallazgo de un documento inédito, en el que
con fecha 10 de junio de 1930, Manuel Padrón dirige una comunicación de puño y
letra al servicio de luz eléctrica del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz,
rogando que se le diese de baja en la luz eléctrica a partir del 31 de mayo de
1930, porque tuvo que salir de allí a
causa de haber dado comienzo las labores del desmontaje del edificio del
Thermal Palace [31].
Carta manuscrita de
Manuel Padrón, pidiendo se dé la baja de la luz eléctrica
al Thermal Palace.
Archivo Excmo. Ayuntamiento del Puerto de la Cruz.
|
La transcripción de este
documento es la siguiente:
Puerto
de la Cruz, 10 de Junio de 19130
Estimado
Sr. D. Félix:
Ruégole
el favor de ordenar se me dé de baja en la luz eléctrica del Thermal Palace,
pues desde el 31 de mayo tuve que salir de allí por haberse dado comienzo a los
trabajos de desarme de dicho edificio.
Le
anticipo las gracias.
Su
affmo. Manuel Padrón
Tal como ya comenté anteriormente, se
ha dicho en varias ocasiones, y en el último comentario de Vicente Jordán lo
repite, que un incendio redujo a cenizas el Thermal Palace después de
instalado en Villa Paz, pero no he podido encontrar documentación que acredite
este hecho. En la búsqueda he hallado una reseña periodística publicada en el
periódico La Prensa, en que se narra un conato de incendio ocurrido en Villa
Paz en diciembre de 1929, a causa de la quema de un motor que tenía instalado
en su casa Gustavo Wildpret Duque.
Tal
como se aprecia del suelto del periódico La Prensa, se comenta en la noticia
que el mecánico encargado del mantenimiento del motor sólo sufrió daños leves
consistentes en quemaduras en los dedos de la mano izquierda y que los daños
materiales producidos en el incendio se valoraron en 500 pesetas, lo que
evidente descarta que se produjera el incendio total y la destrucción de la vivienda [32].
Finalmente,
en el periódico La Prensa, el 1 de noviembre de 1936 apareció publicada la
noticia del fallecimiento de Gustavo Wildpret Duque, en una nota que a
continuación reproduzco literalmente:”En
la mañana del viernes dejó de existir en su propiedad Villa Paz en la
jurisdicción de este Puerto, nuestro antiguo amigo D. Gustavo Wildpret Duque
que durante muchos años tuvo a su cargo la dirección del Gran Hotel Taoro,
siendo su fallecimiento muy sentido en todo el Valle.
Se sepelio, efectuado a
las 11 de la mañana de ayer, se vio bastante concurrido.
A su señora viuda, hijos y demás estimados
familiares le significamos nuestra más sentida condolencia” [33].
Esta última noticia de prensa relativa al fallecimiento de Gustavo
Wildpret, da fe que este tuvo lugar en su casa de Villa Paz, lo que
indudablemente garantiza la persistencia de la vivienda hasta 1936, año de su
fallecimiento. Si Vicente Jordán tiene
razón en su comentario, el incendio se produjo después del fallecimiento, pero como ya comenté no he encontrado noticias fehacientes de ello.
Quiero despedir la última de la crónicas dedicadas al Thermal Palace, un espléndido edificio que permaneció casi 18 años instalado en la Playa de Martiánez por los hermanos Gustavo y Guillermo Wildpret Duque, con una foto de sus últimos tiempos, en la que ya puede apreciarse el deterioro de la magnífica instalación, que marcó una época dorada en nuestro pueblo. Lo hago como un humilde homenaje a su gran capacidad empresarial, que desafortunadamente no se vio bien recompensada por los avatares de la Segunda Guerra Mundial.
Quiero despedir la última de la crónicas dedicadas al Thermal Palace, un espléndido edificio que permaneció casi 18 años instalado en la Playa de Martiánez por los hermanos Gustavo y Guillermo Wildpret Duque, con una foto de sus últimos tiempos, en la que ya puede apreciarse el deterioro de la magnífica instalación, que marcó una época dorada en nuestro pueblo. Lo hago como un humilde homenaje a su gran capacidad empresarial, que desafortunadamente no se vio bien recompensada por los avatares de la Segunda Guerra Mundial.
Fachada principal del edificio del Thermal Palace. Años 20-25. Foto cedida por Bernardo Cabo Ramón |
Pieza de vajilla utilizada en el comedor del Thermal Palace. Foto cedida por José Javier Hernández |
Reverso de la pieza de vajilla anterior con la marca de fábrica. Foto cedida por José Javier Hernández |
[1] La Prensa, 6-II-1914,
nº 1113.
[2] La Prensa, 26-IV-1914,
nº 1220.
[3] El Progreso,
24-X-1914, nº 227.
[4] La Prensa. 11-XI-1914,
nº 1393.
[5] Diario de
Tenerife, 20-II-1915, nº 9127.
[6] Diario de Tenerife,
18-VII-1915, nº 9227.
[7] La Prensa, 21-VI-1915, nº 1612.
[8] Diario de
Tenerife, 18-VI-1915, nº 9227.
[9] El Progreso,
22-V-1917, nº 3588.
[10] La Prensa, Jueves 3-V-1917, nº 2292.
[11] La Prensa, 29-XII-1918, nº 2788.
[12] La Prensa, 3-III-1919, nº 2851.
[13] La Prensa, 27-IV-1919,
nº 2904.
[14] Gaceta de Tenerife, 12-XI-1919,
nº 2914.
[15] La Prensa, 25-XII-1919,
nº 3144.
[16] La Prensa, 18-VI-1921,
nº 3610.
[17] La Prensa, 13-V-1922, nº 3890.
[18] Gaceta
de Tenerife, 5-I-1927, nº 4140.
[19] Gaceta de Tenerife,
8-I-1918, nº 2332.
[20] La
Prensa, 19-VII-1921, nº 3636.
[21] La
Prensa, 21-VII-1921, nº 3638.
[22] La Prensa, 28-VII-1921, nº 3644.
[23] La
Prensa, 30-VIII-1918, nº 2674.
[24] La Prensa, 10-V-1924, nº 4510.
[25] El Progreso, 3-XI-1924, nº 5855.
[26] La Prensa, 5-XI-1924, nº 4666
[27] La Prensa,
20-IX-1924, nº 4627.
[28]
Gaceta de Tenerife, 23-IX-1924, nº 4446.
[29] La Prensa, 9-IX-1930, nº 4387.
[30] Revista
Local. Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, 11-III-1984.
[31] Archivo del Excmo. Ayuntamiento del Puerto de la Cruz.
[32] La Prensa, 27-XII-1929, nº 4196.
[33] La Prensa, 1-XI-1936,
nº 9984.
[34] Agradezco vivamente a Bernardo Cabo Ramón el haberme cedido la última foto del Thermal Palace de esta crónica y a José Javier Hernández por proporcionarme la foto de la vajilla del Thermal Palace.
[34] Agradezco vivamente a Bernardo Cabo Ramón el haberme cedido la última foto del Thermal Palace de esta crónica y a José Javier Hernández por proporcionarme la foto de la vajilla del Thermal Palace.
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