La
última de las rocas llamadas peñones que nos queda por comentar, es justamente la
que se halla situado en el extremo occidental del pueblo. Es el más grande de
los tres peñones y prácticamente el único que ha permanecido en lo esencial idéntico
a lo largo de los milenios, sometido indudablemente a la erosión implacable del
tiempo, pero ha sido fiel testigo del nacimiento y desarrollo de nuestro
pueblo, particularmente de su importante papel en el comercio marítimo tanto de
la isla de Tenerife, como de las Islas Canarias en general.
Fue
este peñón el que en su recorrido terminó más cercano al mar, pues los más
antiguos del lugar recuerdan como la roca estaba prácticamente pegada a la
costa, aunque actualmente queda un poco alejado de ella, por haberse ido rellenando y
construyendo la zona más cercana al mar.
El Peñón de Fraile. Dibujo de Olivia Stone |
Fray
Juan de Jesús y el Peñón del Fraile
En
torno a la mitad del siglo XVI, el auge comercial experimentado por el comercio
de vinos de Tenerife con Europa y América, provocó el establecimiento en muchos
lugares de la isla y muy particularmente en el Puerto de la Cruz, de un gran
número de toneleros, que usaban la madera que se traía de Europa y América
hasta el Puerto de la Cruz de la Orotava, para elaborar los indispensables
toneles, donde guardar el malvasía durante su fermentación y posteriormente,
para llevar a cabo su transporte marítimo en adecuadas condiciones.
Atraído por el auge de esta
actividad llegó a nuestro pueblo en 1641, un vecino de Icod llamado por aquel
entonces Juan Díaz, que había nacido en Icod de los Vinos en 1615 y que por
tanto, a su llegada a nuestro pueblo tenía 26 años. Era hijo del matrimonio
formado por Miguel Hernández y Ana Delgado; por parte de madre, Juan Díaz descendía
de la estirpe guanche de Diego de Ibaute y Beatriz Díaz, que al decir de los
genealogistas provenía de Romén, rey guanche de Daute.
Juan
Díaz vivió en Icod hasta 1625, pasando luego a Garachico donde empezó a
aprender el oficio de tonelero desde los diez años. En esta etapa pasó muchos
sufrimientos, pues su aprendizaje del oficio con un maestro que además era pariente suyo no fue
nada fácil, sufriendo el carácter colérico del maestro en cuya casa se alojaba. En esta etapa perdió la visión de un
ojo, pues según se cuenta, su maestro le lanzó en un ataque de ira dentro de
una hoguera callejera de San Juan, que se había encendido delante del taller.
Posteriormente,
Juan Díaz se trasladó al Puerto de la Cruz, ilusionado con encontrar un mejor
porvenir ejerciendo el oficio de tonelero, pues en esta época nuestro pueblo
era uno de los lugares por donde salía la mayor cantidad de vino malvasía
que se cultivaba en la isla y por esta razón, el oficio de tonelero era muy
demandado.
Después
de un cierto tiempo de estancia, volvió a Icod y Garachico, para regresar finalmente a
nuestro pueblo impulsado por motivos religiosos, dedicando parte de su tiempo a
hacer penitencia sobre el risco del Peñón, castigando su cuerpo con azotes y
disciplinas. Muchas veces, rendido de cansancio, se quedaba dormido a cielo
abierto, sobre el risco, azotado por el viento frío y sólo la lluvia le hacía
regresar a su casa.
El Peñón del Fraile. Comienzos del siglo XX. Autor anónimo |
Su
biógrafo, el orotavense fray Andrés de Abreu (1647-1725), cuenta que en la cuaresma
de 1641, estando en nuestro pueblo, Juan Díaz oyó predicar al Padre Juan de
Medina, que por aquel tiempo era lector jubilado de la Compañía de San Diego. El
impacto que sufrió el joven icodense al escucharle fue enorme, y sus historiadores consideran
clave este encuentro en la evolución de la vida espiritual de Juan Díaz, pues
desde este momento ardía en deseos de ingresar en la Orden de San Francisco.
Fray Juan de Jesús con el hábito franciscano |
Juan
Díaz ingresó el 22 de julio de 1646 en la orden franciscana, quedando como
fraile en el convento de San Francisco del Puerto de la Cruz, de modo que
después de su toma de hábitos fue conocido como Fray
Juan de Jesús. Citaré a modo de aclaración, que el edificio donde se hallaba el convento francisco portuense fue destruido en un incendio en 1963, y se situaba en el
espacio que actualmente ocupa el Parque San Francisco.
Milagros
de Fray Juan de Jesús
La
vida de Fray Juan de Jesús está llena de narraciones de hechos prodigiosos poco
creíbles, tales como los que narro a continuación, algunos de los cuales
adquieren la categoría de milagros. Así, se cuenta que realizó un vuelo por las
calles del Puerto de la Cruz, recorriendo un buen trecho, pues llegó desde la
Plaza de la Iglesia hasta la Playa de Martiánez, hecho que, según cuenta su
biógrafo, fue visto y confirmado por numerosos testigos.
Fray Juan de Jesús |
Otro
hecho prodigioso ocurrió cuando le mandaron subir a La Orotava con un jumento
para moler una fanega de trigo. En su camino, el jumento fue arrollado por una
pesada carreta tirada por bueyes que le pasó una rueda por encima, lo que hizo
temer al carretero que el animal estaba herido de muerte. Al ver al jumento
herido, Fray Juan de Jesús se acercó y le dijo:“Ea, hermano. Vamos a cumplir la obediencia” y según cuenta la
leyenda, el jumento se levantó al instante sin daño alguno.
Fray Juan de Jesús con su jumento |
Citaré finalmente, que Fray Juan de
Jesús, durante su retiro en el Peñón, colocó una cruz hecha toscamente con dos
verodes secos, con la intención de que le sirviese como escudo de defensa y
protección contra las tentaciones del maligno, mientras se encontraba sólo, en meditación y oración sobre el Peñón. Se cuenta que al cabo de cierto
tiempo, el tronco enraizó y se fundió con el que formaba los brazos, llenándose
de verodes toda la cruz.
Traslado
al convento de San Diego del Monte
Años
después de su ingreso en la orden franciscana, Fray Juan de Jesús fue
trasladado al convento de San Diego del Monte en La Laguna, según
dice su biógrafo el Padre Abreu, "para que se consolidase en la virtud y contagiase a los otros con su ejemplo". En el convento lagunero su estancia no fue
tampoco muy fácil, pues su vida de oración, penitencia y frecuentes éxtasis y
visiones celestiales, llegaron a irritar a los otros frailes del convento, que
le molestaban con sus celos e intrigas. A pesar de ello, permaneció en el citado convento hasta su muerte, acaecida el 6 de febrero de 1687.
Antiguo convento franciscano de San
Diego del Monte
|
Su
recuerdo se fue perdiendo en el tiempo, aunque recientemente en su ciudad natal de Icod de
los Vinos, se ha creado la Asociación Cultural de Fray Juan de Jesús, cuyo
objetivo principal es estudiar y, sobre todo difundir, la obra de Fray Juan de
Jesús.
Festividad por fuera de la ermita de San Diego del Monte. |
Como detalle anecdótico, contaré que durante muchos años los estudiantes de la Universidad de La Laguna han celebrado la festividad de San Diego del Monte, con una fuga general, casi siempre vista con buenos ojos por el profesorado. Se iba caminando a la ermita, se veía la iglesia, se cantaba, bailaba y sobre todo, se bebía mucho, demasiado diría yo. Por este último motivo la fiesta fue degenerando, pues eran muy frecuentes los altercados y peleas durante el baile con que terminaba la fiesta. Estos hechos provocaron que los dueños de la finca, terminaran por impedir el acceso de los estudiantes, pues a la suciedad conque quedaba la zona después de la fiesta, había que añadir el escándalo y las molestias que ocasionaban los altercados citados.
Para terminar con la vida de Fray Juan de Jesús, añadiré que tuvo mucho que ver en el comienzo de la vida religiosa de la monja dominica María de León Bello y Delgado, natural de la población tinerfeña de El Sauzal, pues fue su asesor espiritual. Después de su profesión, la por entonces joven monja, fue denominada Sor María de Jesús (1643-1731), aunque en la actualidad es popularmente conocida como “La Siervita de Dios”, cuyo cuerpo, incorrupto, se conserva en el monasterio de las Madres Catalinas de la ciudad de La Laguna. Todos los años, la comunidad dominica de monjas de Santa Catalina de La Laguna abre sus puertas al público los días 15 de febrero, para que los fieles puedan rendir un homenaje de devoción a “La Siervita de Dios”, cuyo cuerpo incorrupto se expone ese día.
Para terminar con la vida de Fray Juan de Jesús, añadiré que tuvo mucho que ver en el comienzo de la vida religiosa de la monja dominica María de León Bello y Delgado, natural de la población tinerfeña de El Sauzal, pues fue su asesor espiritual. Después de su profesión, la por entonces joven monja, fue denominada Sor María de Jesús (1643-1731), aunque en la actualidad es popularmente conocida como “La Siervita de Dios”, cuyo cuerpo, incorrupto, se conserva en el monasterio de las Madres Catalinas de la ciudad de La Laguna. Todos los años, la comunidad dominica de monjas de Santa Catalina de La Laguna abre sus puertas al público los días 15 de febrero, para que los fieles puedan rendir un homenaje de devoción a “La Siervita de Dios”, cuyo cuerpo incorrupto se expone ese día.
Sor María de Jesús, la monja de El Sauzal |
Colas alrededor del Convento de Monjas Catalinas. la Laguna. Foto La Opinión. 15-02-2016 |
Comentaré finalmente, que en honor y recuerdo a Fray Juan de Jesús y su estrecha
relación con el Peñón, éste, durante mucho tiempo, fue conocido como el Peñón
del Fraile, en clara alusión al fraile franciscano que tanto tiempo pasó en oración y penitencia sobre
nuestro Peñón.
Recientemente, en 2014, el Cabildo
tinerfeño ha publicado la segunda edición de la obra “Vida del Venerable Siervo de Dios, fray Juan de Jesús" del ya citado prosista y poeta orotavense, Fray Andrés de Abreu, que como ya comenté fue su biógrafo y hagiógrafo. Esta
obra contiene un estudio introductorio realizado por Domingo Martínez de la
Peña, María Laura Izquierdo y Miguel Ángel Hernández, que está dedicado a que
los lectores puedan situarse fácilmente en la época en que vivió Fray Juan Jesús y a las circunstancias que rodearon tanto al autor, Fray Andrés
de Abreu, como al protagonista fray Juan de Jesús.
ANTES QUE NADA, MIS MÁS SINCERAS FELICITACIONES POR ESTOS ARTÍCULOS TUYOS SOBRE LA HISTORIA DE TU QUERIDO PUERTO DE LA CRUZ, PERO QUIERO HACERTE LA SIGUIENTE PUNTUALIZACIÓN:
ResponderEliminarFray Andrés de Abreu nació el 30 de noviembre de 1647 en el Realejo Alto, y murió en La Orotava el 2 de junio de 1725.
Tabla de parentescos de don Fernando de Castilla, Regidor de La Palma (S. XVI)
http://castilla.maxerco.es/getperson.php?personID=I73004&tree=Fernandodecastilla