miércoles, 9 de marzo de 2016

Los orígenes del Puerto de la Cruz (1)

En numerosos escritos relativos al Puerto de la Cruz se menciona al elevado risco llamado El Peñón, situado junto a la costa oeste del Puerto de la Cruz, como procedente de las erupciones que tuvieron lugar a lo largo de 1430 en el Valle de la Orotava, recogiendo como fuente la aparente tradición oral de los guanches que sobrevivieron a la conquista de la isla por los españoles. Uno de los primeros en relacionar esta fecha con una aparente tradición guanche oral en la parte baja del Valle de La Orotava fue M. Borda. Humboldt recibió esta información de Borda en la preparación de su viaje a Tenerife en 1799 y publicó esta fecha para la erupción del Valle de La Orotava en una lista de recopilaciones históricas de Tenerife. Esta lista fue posteriormente repetida sin mayor crítica o revisión por numerosos autores posteriores lo que perpetuó el error hasta épocas bien recientes.
  El ilustre geólogo D. Telesforo Bravo en el pregón de la Fiestas del Gran Poder de Dios correspondiente al año 1993 [1], afirmó lo siguiente:”…Si analizamos la morfología del solar municipal, sus límites en el mar comienzan en la Playa del Bollullo y terminan en la Punta Gorda, en la prolongación del Camino del Burgado, que es límite con Los Realejos. Esta costa es acantilada hasta los riscos de La Paz, donde cambia de dirección y se dirige por la margen derecha del Barranco de Martiánez hasta el Tope, San Fernando, Montaña del Taoro (antigua Montaña Miseria), Salto del Barranco, y por un desnivel debajo de La Dehesa hasta Los Frailes y Punta Gorda, donde se restablece la antigua línea de costa. Todo el espacio comprendido al Norte de esta línea, fue ganado al mar. Y esto no es una afirmación gratuita, ya que en galerías que para investigación de aguas subterráneas alcanzaron el antiguo acantilado bajo La Dehesa, aparecieron arenas limpias de playa con conchas de moluscos, y en los derrubios al pie del acantilado, huesos de lagartos gigantes, desaparecidos en tiempos pretéritos.
La altura de este acantilado no sobrepasa los 80 m y toda la plataforma al norte de la línea nombrada fue ganada al mar en dos fases volcánicas. En la primera, que es de fecha antiquísima, las lavas bajaron por los valles de los barrancos de Martiánez y San Felipe, donde había sendas playas y así se formaron los dos grandes bajíos, el de Martiánez y el de Mequínez. Este último arrastró grandes bloques que dejó abandonados cerca del mar, como el Peñón del Fraile, el Calvario y el que hasta hace poco existía en la calle Peñón. Entre ambos bajíos quedaba una amplísima bahía, que seguramente fue utilizada por los navegantes que reconocieron las costas en los comienzos del siglo XV, una vez iniciada la ocupación de las otras islas del Archipiélago”.
Vemos por la narración de D. Telesforo que la zona de San Felipe y el Barrio de la Ranilla se formaron en la primera fase eruptiva, que tal como el geólogo portuense describe, dio asimismo origen a los tres peñones portuenses.
Siguiendo con la conferencia D. Telesforo afirmó a continuación: “La siguiente fase volcánica que modificó profundamente la citada bahía inundándola de lava y donde se levanta el casco del Puerto de la Cruz, es casi de fecha histórica, ya que según una tradición guanche tuvo lugar en 1430. A lo largo de una recta fisura volcánica desde Las Arenas a Palo Blanco se produjeron cuatro focos de emisión, dos de los cuales la Montaña de las Arenas y La Montañeta, afectaron a nuestro litoral. De la primera bajaron torrentes de lava que salvando la Montaña del Taoro, inundaron la bahía desde San Telmo, Punta del Viento, Santo Domingo y el Penitente hasta la Casa de la Aduana.
Volcanes que originaron el Puerto de la Cruz
El límite era la acera del naciente de la actual calle de Blanco. Entre esas lavas y el Bajío de Mequínez, quedó un ancho canal que fue el Charco de los Camarones, hoy Plaza del Charco.
Las lavas de La Montañeta alcanzaron la costa desde el camino del Burgado hasta la margen izquierda del Barranco de San Felipe, irrumpiendo en el mar y formando Punta Brava, donde actualmente las olas baten furiosamente tratando de recuperar lo perdido.
Esencialmente, D. Telesforo nos afirma que el Puerto de la Cruz surge a consecuencias de dos erupciones muy distantes en el tiempo, la primera de ellas, muy antigua dio origen a los Bajíos de Martiánez y Mequinez, con sus respectivos acantilados rocosos, dejando en medio una amplísima bahía. Posteriormente, a causa de la segunda erupción que según afirma tuvo lugar en 1430, esta bahía se rellenó fundamentalmente por la erupción de la Montaña de las Arenas, cuyas lavas descendieron por la Montaña del Taoro, dando origen a las zonas rocosas que actualmente conocemos como San Telmo, Punta del Viento, Santo Domingo, el Penitente (o El Infierno como se le llamó antiguamente), hasta llegar a la zona del actual muelle que luego ocupó la Casa de la Real Aduana.



[1] Pregón de las Fiestas de Julio de 1993, pronunciado por el Dr. D. Telesforo Bravo Expósito. El Día, 25-VII-1993, pp. 54/XII a 55/XIII. 

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